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La pensión alimenticia es una obligación de pago derivada de una resolución judicial en caso de divorcio, a favor del padre que obtiene la custodia de los hijos. Sin una obligación de pago de una pensión alimenticia no se podrá reclamar la pensión alimenticia. Para que esta sea válida y denunciable ante la ley, debe ser judicial. Quedan exentos de denuncia los pactos verbales o los documentos no recogidos en la sentencia.
Los padres están obligados a proveer a sus hijos el sustento, habitación, vestido y asistencia médica, de acuerdo con sus posibilidades. La pensión por alimentos comprende también la educación e instrucción del menor. Esta pensión puede ser acordada de mutuo acuerdo por los cónyuges cuando pactan el convenio regulador o estar impuesta por la sentencia de un juez durante un procedimiento de separación o divorcio contencioso.
El progenitor que no realice los pagos de la pensión alimenticia durante 2 meses consecutivos o 4 no consecutivos, será castigado con la pena de prisión de 3 meses a un año o a una multa de 6 a 24 meses. Además, se deberán pagar las mensualidades atrasadas. La denuncia por impago debe ser realizada ante la Policía o el Juzgado de Guardia. Dada la situación actual, si el motivo de impago es por causas económicas, es recomendable contactar con un abogado de familia y ajustar la cantidad dentro de sus posibilidades.